BOLCHEVIQUES NOSTÁLGICOS, por Santiago Álvarez de Mon
EXPANSION.COM. 23-3.
¿Por qué de los dos ismos siniestros que asolaron el siglo XX, fascismo y comunismo, el segundo, pese a su balance miserable, se pavonea orgulloso y prepotente? Lidiando con preguntas que ponen en evidencia a muchos intelectuales de salón, incapaces de asumir la verdad cruel de un sistema totalitario, he buceado en las páginas de “Archipiélago Gulag”, de Alexander Solzhenitsyn, Premio Nobel de Literatura en 1970, prisionero en varios campos de concentración por criticar a Stalin. Libro difícil, duro, necesario, imprescindible. Leer a Solzhenitsyn es una obligación moral, una tarea ineludible para desenmascarar una utopía represiva. “¡La ideología! He aquí lo que proporciona al malvado la justificación anhelada y la firmeza prolongada que necesita. La ideología es una teoría social que le permite blanquear sus actos ante sí mismo y ante los demás y oír, en lugar de reproches y maldiciones, loas y honores.