EL PASADO, ¿HIPOTECA O APRENDIZAJE?
Por Santiago Álvarez de Mon. Ex. 9-10-2020.
No conozco seminario más universal, asequible, gratis e incisivo que nuestra propia biografía. Observada con serenidad, leída atentamente, encierra lecciones magistrales sobre nuestros talentos, habilidades, defectos, valores… en definitiva, sobre el misterio de nuestra existencia. De su conocimiento y aceptación nada malo cabe esperar, sólo de su desconocimiento, rechazo o manipulación. Son muchas las tentaciones, miedos y trampas para retorcerlo y acabar contando milongas que nos liberen de asumir nuestra libertad y responsabilidad. ¿Cuántos ciudadanos en España pueden resumir los momentos más decisivos de nuestra historia en común? ¿Cuántos responsables públicos, políticos, hablan de ella con autoridad, moderación, rigor y sentido de la oportunidad? ¿Conocer, aprender, perdonar, abrazar al que marcha a nuestro lado, o machacar al adversario, demonizarle, humillarle, convertirlo en enemigo irreconciliable? Como las personas, los países con aires de superioridad, o con ocultos complejos de inferioridad, inseguros, incultos, se hacen un flaco favor excitando las peores pasiones. Cualquier capítulo del pasado que cerramos en falso grava seriamente el futuro. Moraleja, todos a clase de historia, con los profesores más preparados y objetivos.