EL PODER DEL `TODAVÍA´
Por Pilar Jericó, Presidenta de Be-Up. E&E 2-11.
La psicóloga Carol Dweck, profesora de Stanford, clasifica las actitudes que tenemos ante el éxito de dos tipos. Hay quienes consideran que este depende de cuestiones genéticas como el talento y la inteligencia. Otros creen que los ingredientes básicos son el aprendizaje y el esfuerzo. Al primer grupo lo denominó mentalidad fija; al segundo mentalidad de crecimiento. Decantarse por un u otro no depende de cuestiones innatas, sino de la educación que hayamos recibido, tal y como demostró Dweck con sus investigaciones aplicadas a niños, adultos y al mundo empresarial. Curiosamente, menos proclives a recoger el guante eran aquellos a los que había alabado por su inteligencia. “¿Para qué probar suerte y equivocarme? Mejor me quedo como estoy y así no arriesgo la imagen de inteligente”, era el pensamiento que podría resumir su resistencia. Los que fueron reconocidos por su esfuerzo podrían pensar: “Total, si me equivoco, no importa”. El primer pensamiento es un ejemplo de mentalidad fija y el segundo, de crecimiento. Ambas conviven en nosotros y que usemos una u otra depende del problema al que nos enfrentamos. Lo apasionante de esta historia es que podemos entrenar la mentalidad de crecimiento ante cualquier dificultad. Una de las fórmulas más fáciles es el poder del todavía. En vez de decir “no sé hablar chino”, hay que sustituirlo por “no sé hablar chino todavía”. Apliquemos el poder del `todavía´ al resto de las dificultades a las que nos enfrentamos. No encontramos enlace.