JOSÉ SEVILLA
“BANKIA ESTÁ EN POSICIÓN DE ATAQUE”.
La cuarta entidad española se desprenderá este año del “corsé” impuesto por el plan de reestructuración pactado con Bruselas en 2012, tras la inyección de 22.424 millones de euros en ayudas públicas. La medida le permitirá volver a negocios de los que tuvo que salir hace cinco años. Por ejemplo, dar crédito promotor. También podría plantearse volver a convertirse en un actor relevante en el mercado de capitales. Hoy el grupo está saneado y es rentable, además de ser “líder” en solvencia. De hecho se planteó incluso pagar un dividendo extraordinario a sus accionistas si no prosperaba la fusión con BMN, el otro banco participado por el Estado. Según Sevilla, el banco está contribuyendo a la recuperación a través de la canalización de crédito a la economía. En opinión del consejero delegado, las limitaciones de negocio han “dificultado el relanzamiento del banco” y la nueva etapa constituye “una fuente de oportunidad de cara al futuro”. La otra gran prohibición que está a punto de desaparecer es la relacionada con la participación en fusiones. A la ya proyectada de BMN podrían unirse después más operaciones, aunque Sevilla pasó de puntillas por este tema. “El objetivo último es completar el proceso de privatización y la devolución de las ayudas públicas, el paso que completaría el proceso de normalización de Bankia”, concluyó Sevilla.