LA GESTIÓN POR PREGUNTAS
Un artículo de Santiago Álvarez de Mon en Expansión 7-7.
El compromiso entusiasta del otro, sea ciudadano colaborador, cliente, inversor… requiere conocerle, comprenderle, saber de sus ilusiones y problemas. Y qué mejor herramienta para construir una relación sólida que la pregunta curiosa, respetuosa, y la escucha natural que la sigue. Ésta compromete, invita a hacer los deberes, a pensar por ti mismo, a curtirse en la libertad y responsabilidad individuales. Desconociendo a nuestro interlocutor, adoctrinándole, manipulándole, sea hijo, alumno, colaborador, socio… nunca llegaremos al lugar donde se esconde su energía más limpia. La inteligencia observa, analiza, duda, pregunta, escucha, curiosea, espera. Problema grave si estos verbos mayores se ausentan de la conversación, viniéndose arriba la estulticia y la mediocridad. Una sugerencia. En su próximo encuentro, comience con ¿por qué?