DRAGHI EXIGE A LA BANCA EUROPEA UNA POLÍTICA RESTRICTIVA DE DIVIDENDO
ABC. 24-2
El BCE podrá «recomendar» a un banco revertir la decisión de retribuir al accionista si ve que no cumplirá con los niveles de capital exigidos.
El supervisor divide a las entidades en tres grupos en función de su riesgo y su nivel de solvencia a cierre de 2015. La banca puede retribuir a sus accionistas, indica el BCE, pero siempre y cuando esto no le impida, primero cumplir con los requisitos de capital establecidos; segundo, mantener una ratio mínima de capital del 8%; y, por último, alcanzar ratios aproximadas de solvencia «fully loaded», en el entorno del 10% para las españolas.
Diferentes fuentes financieras coinciden en que, a cierre de 2015, todas las entidades españolas estarían en el segundo caso, «aquellos que pueden hacerlo siempre y cuando no afecte a sus niveles de capital», si bien hay dudas respecto a alguna entidad mediana. Ahora bien, la recomendación expresa para todas las entidades es que se siga una política conservadora, de forma que sigan cumpliendo todos los requerimientos incluso si las condiciones económicas y financieras se deteriorasen.
Los bancos comunicarán al BCE en qué grupo están y, en caso de incluirse en el segundo, firmarán un documento explicando que la política de dividendos está en línea con la recomendación del organismo. De no ser así, deberán especificar su importe, la modalidad y el impacto en el capital.
El BCE no es el único organismo que está estrechando este año la vigilancia sobre el sector. Hoy mismo, la Autoridad Bancaria Europea (EBA) dará a conocer la metodología y los escenario macroeconómicos de su test de estrés de 2016, al que se someterán 53 entidades financieras, incluidas las seis grandes españolas: el Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, el Sabadell y Popular.