EL DERECHO A EQUIVOCARSE
por José Manuel Casado Presidente de 2C Consulting en Capital Humano, Enero 2016.
No debemos olvidar que el crecimiento de las personas proviene de la libertad y capacidad de equivocarse. Cuando solo tiene libertad el que está arriba en la pirámide de mando, pocos podrán aprender y crear. Libertad o participación profunda, si lo prefiere, deberían ser palabras que presidieran la gestión, contrariamente a control, jerarquía y al “ordeno y mando”. No puede lograrse libertad y realización sin tener estructuras más horizontales, en las que se evite la burocracia, las aprobaciones innecesarias en cadena y la capacidad de introducir “peros” en el proceso. Ojalá que esta columna, escrita en clave de libertad, nos sirva para hacer reflexionar a los directivos sobre qué es lo que podemos hacer para crear un contexto en el que nuestros colaboradores tengan cierta autonomía y sientan el mayor grado de libertad y responsabilidad para que den lo mejor de ellos mismos, porque el talento se merece y se gana con la gestión de hacerles sentir más amos de lo que hacen.