EL SALTO DE BECARIO A DIRECTIVO AÚN ES POSIBLE
Por Carmen Sanchez-Silva. El País Negocios. 20-3-22.
Los jóvenes cambian de empresa cada poco, pero hay gente que lleva toda su carrera ascendiendo en la misma firma. Es el caso del alemán Christian Sewing, consejero delegado del Deutsche Bank, al que llegó en 1980, o de su homólogo español en Ibercaja, Víctor Manuel Iglesias, donde se incorporó en 1988. Ellos pertenecen a un sector en el las careras están muy estructuradas, explica Rafael Sarandeses, socio director de Talengo, al igual que en el de servicios profesionales, donde cada dos o tres años los jóvenes van cambiando de categoría hasta llegar a la dirección, normalmente entre los 30 y 40 años; a partir de ahí es más complicado seguir ascendiendo. Catalina Tarín ya ha alcanzado un puesto directivo a sus 32 años. Es responsable de financiación estructurada de Banca corporativa para la zona EMEA en Deutsche Bank, al que llegó hace 10 años como becaria tras acabar Administración y dirección de Empresas. Entró a trabajar en el Departamento de riesgos, donde tuvo seis semanas de formación en Londres e hizo una rotación en Stuttgart antes de saltar a Francfort. “Aunque sigo en el departamento de riesgos he ocupado distintos puestos y cambiado totalmente de atribuciones; pasando del equipo de infraestructura al de negocio, que es en el que estoy hoy. En el banco existe mucha movilidad interna” asegura Tarín, que se propone seguir su trayectoria en el banco aunque sea joven. Al otro lado de la línea telefónica, Teresa Fernández , directora de Banca de Empresas y subdirectora general de Ibercaja Banco, cuenta su ascenso en la entidad financiera , donde recaló como becaria hace 30 años tras graduarse en Derecho y cuando estudiaba Económicas. Con 54 años, dice que durante los 15 primeros “todo era fácil en el banco” pero en los 15 últimos “todo se ha vuelto difícil”. Como Tarín inició su andadura en el departamento de riesgos de la central, desde donde fue trasladada a Huesca, el lugar en el que asegura que aprendió a trabajar. De vuelta a Zaragoza, le ofrecieron un puesto en el departamento de Empresas para lanzar un producto nuevo, el confirming. Así se hizo comercial de empresas, para luego especializarse en marketing y, gracias a la visibilidad que le dio este puesto, dirigir la Obra Social de Ibercaja, en la que pasó a tener 300 personas a su cargo, recuerda. Fernández forma parte del comité de dirección de Ibercaja, después de su paso por la dirección de personas , donde acometió la transformación cultural de la entidad , y su retorno al área de Empresas, ya como directora , en la que lleva un año supervisando a un equipo de de 390 personas. Dice que ha tenido suerte en su carrera. “Cada vez que variaba de departamento era como si cambiase de empresa, y con la ventaja de que me conocían en la casa”.