LA BANCA PRESIONA PARA ESQUIVAR MIFID Y COBRAR LAS COMISIONES CEDIDAS
Expansión. 2-7.
El punto más problemático para las entidades financieras es el relativo a las retrocesiones. Las gestoras vinculadas a bancos piden que se reconozca su red comercial como un valor añadido al inversor, lo que les permitiría cobrar las retrocesiones como hasta ahora. Las dos condiciones para seguir cobrando las retrocesiones que impone Mifid II son mejorar la calidad del servicio y que haya transparencia. De lo contrario, la entidad deberá declararse no independiente. Las exigencias respecto a la transparencia obligan a especificar, antes y después de la contratación de un fondo de inversión, la parte de la comisión del producto que se queda el distribuidor. Es decir, lo que cobra la entidad que le ha vendido el fondo por haber colocado ese producto. Son unos costes ahora ocultos, que el inversor no ve de forma explícita. La batalla de la banca se centra en el aspecto del valor añadido. El sector confía en que se reconozca como tal su red de sucursales, o en el desarrollo final de la ley en Bruselas, aún en proceso, o en su transposición nacional, que corresponderá a la CNMV. La normativa europea considera que se aporta valor añadido al inversor si se le ofrece un número significativo de fondos de terceros, si se evalúa periódicamente la idoneidad de los productos de su cartera o si se propone al inversor una cesta de activos. Las redes comerciales no se contemplan.