¿QUÉ FRENA A LAS MUJERES? PESE A LOS DISCURSOS SOBRE IGUALDAD, LOS PREJUICIOS SOCAVAN EL TALENTO FEMENINO
El País Negocios 13-3.
El 52% de la fuerza laboral está compuesto por mujeres. Y aunque hace años que la plena inserción de la mujer en el mercado de trabajo es una realidad asumida por la sociedad española, las cifras evidencian que el país está lejos de esa idílica paridad que con frecuencia se enarbola como bandera de modernidad en muchas empresas.
Las responsabilidades familiares también desempeñan un papel determinante. Arancha de las Heras, directora general de Editorial CEF, señala que “cuando un miembro de la pareja opta por reducir su horario para cuidar a los niños, esta decisión puede provocar que no se cuente con esa persona para futuros ascensos. Y la realidad es que suele ser la mujer la que decide atender a su familia aunque sea a costa de su profesión”. ¿Por qué? Las tareas domésticas siguen asociadas al papel femenino en el inconsciente colectivo.
Según la Comisión Europea, la mujer trabajadora dedica una media de 26 horas a la semana a estas labores, por nueve del hombre. Un ejemplo de cómo “una discriminación social estructural acaba afectando a la empresa”, comenta Dema.
Mientras la situación no cambie, las empresas seguirán renunciando al 52% del talento disponible. Un lujo difícilmente asumible. Se suele atribuir al estilo de liderazgo femenino una serie de cualidades propias y diferenciales. Elena Terol, socia directora de ExcellentSearch, lo define como “un estilo integrador que incorpora hechos y perspectivas de diversas fuentes. En general, las mujeres están más dispuestas a compartir información y sus capacidades empáticas y de comunicación interpersonal son más acentuadas que las del hombre”. Por su parte, Ana Bujaldón subraya que “las estadísticas indican que las mujeres tienen un alto nivel de autoexigencia y una mayor flexibilidad en la toma de decisiones sin perder de vista los objetivos”. En el debe femenino, los expertos señalan el networking, la marca personal o el pudor a pedir o a decir “no”. ¿Cómo cambiar este escenario? El proceso de transformación digital de las empresas puede contribuir a aumentar la paridad.