QUÉ TE CONVIERTE EN ‘OBESO PROFESIONAL’
Expansión. 6-5
Un reportaje de Tino Fernández.
Ovidio Peñalver, socio director de Isavia, señala que la obesidad laboral puede ser propia de aquellos que no tienen vida privada o familiar.
- Evita el error de cambiar lo estratégico por tareas rutinarias que sabes cómo desempeñar. Hay empresas que generan lo que podría denominarse la cultura del alto rendimiento aparente, que se relaciona con la tendencia a ir corriendo a todas partes, a llegar tarde, a una sensación permanente de que se está desbordado. Se refiere- dice Ovidio – a una creencia colectiva limitante: “Decir que estás muy ocupado vende. Para algunos ésta es una postura que justifica su puesto de trabajo o su función dentro de la compañía”.
- Mucha gente desearía cambiar de trabajo y no lo hace. “En determinados sectores, tal como se articulan los planes de pensiones, pierdes el derecho a su disfrute si te vas. Están atados a su organización. Son profesionales que desean jubilarse pero que, mientras llega ese momento, no tienen ninguna ilusión por lo que hacen».
- Los entornos laborales almibarados en los que predomina un buen rollo permanente y absurdo engordan mucho más que el azúcar. El exceso de consenso y la ausencia no ya de conflicto, sino de debate, resultan frustrantes.
Ovidio Peñalver recuerda que “querer agradar siempre y querer a todo el mundo” es un factor de obesidad laboral. Ese exceso de buen rollo resulta ineficaz. Peñalver explica que “en cualquier equipo hay comunicación, y eso genera conflictos. No se trata de que éstos no existan, sino de que haya una manera madura de gestionarlos”.