RETIRARSE, EL ARTE DE VIVIR
Por Santiago Álvarez de Mon. Ex.8-10-21.
¿Cuándo retirarse? ¿Cuándo sabes que ha llegado la hora de cerrar un capítulo de tu carrera profesional y escribir otros de distinta índole y alcance? Pregunta universal, respuesta personal e intransferible, no cabe clonar vidas distintas, irrepetibles. ¿Plan de retirada razonable para un emprendedor, cuya empresa es su vida, la extensión de su personalidad, fuente de su energía? Conozco empresarios, profesores, científicos, escritores, investigadores, artistas… frisando los setenta y muchos, o los ochenta y pico, que mantienen el timón del barco. ¿Podemos permitirnos el lujo de perder su conocimiento y experiencia, su olfato distintivo, su sabiduría para resolver problemas complejos? Otros, al frente de negocios familiares consagran su esfuerzo en preparar a la siguiente generación, preservar un futuro que pasa por la formación y aprendizaje de sus hijos. Delegar, tarea fácil de entender conceptualmente, puede ser un reto harto difícil para personas acostumbradas a la acción, al control de todo lo que acontece. El ansiado equilibrio reside en el plural, en cultivar otras facetas de una personalidad poliédrica. De ahí la importancia de tener hobbies –viajar, lectura, cultura, deporte, naturaleza…–, de cuidar las relaciones, de participar en proyectos sociales, etc. ¿Quién se retira con elegancia, con un sano sentido del logro? Mi experiencia me dice que aquellos hombres y mujeres que aprenden a “retirarse” día a día, anticipando ese salto al vacío. Por ejemplo, en el ámbito empresarial, de forma gradual se puede pasar de posiciones ejecutivas, en primera línea de batalla, a otras responsabilidades, consejero, asesor…, muy agradecidas al acervo acumulado de saber y contactos.