UN RESPIRO PARA EL SECTOR FINANCIERO
Editorial de Cinco Días 9-3.
El sector financiero ha logrado que el Banco de España retrase hasta finales de año la entrada en vigor de la circular que regula el nuevo cálculo de provisiones que las entidades deben adoptar. La circular en cuestión modifica la norma 4/2004, cuya aplicación el supervisor pensaba poner en marcha en junio, una fecha que la banca considera precipitada.
La decisión de retrasar una norma de esta naturaleza parece razonable, especialmente si se tiene en cuenta el enorme esfuerzo que ha realizado en materia de provisiones y dotaciones el sector bancario español con el objetivo de sanear y recapitalizar sus balances, gravemente deteriorados por el peso de activos tóxicos.
La suma de esos esfuerzos equivale a un tercio del Producto Interior Bruto (PIB) del país, una cantidad que ha supuesto un ejercicio notable para el sector y que se suma a las dificultades del entorno económico actual. La banca se mueve hoy en una coyuntura que aúna tipos de interés muy bajos, una normativa regulatoria más severa y la necesidad de abordar la revolución tecnológica.
Una apuesta, esta última, que está obligando al sector a realizar fuertes inversiones para posicionarse en una carrera en la que la competencia es feroz. La conjunción de todas esas variables ha estrechado los márgenes de negocio del sector financiero, lo que hace todavía más oportuna la decisión del Banco de España dar un poco de oxígeno.