UNA FORMACIÓN DUAL QUE FUNCIONE
de un artículo de Sandalio Gómez, Profesor del IESE en Cinco Días, 29-10.
Los cambios y los avances tecnológicos exigen una formación diferente: una formación que se ajuste a la velocidad del cambio que vivimos y responda a las capacidades de los jóvenes talentos. En países como Alemania y Suiza han encontrado en la formación dual, la solución: a los jóvenes les aporta una sólida base teórica y una experiencia práctica real y a las empresas, les ofrece un proceso de formación y de incorporación natural de jóvenes bien formados de acuerdo a sus necesidades de presente y de futuro. Si se añaden las ayudas concedidas por el Gobierno en forma de bonificaciones al coste de la Seguridad Social, estos contratos representan una gran oportunidad para seleccionar a los mejores y conseguir una renovación natural de sus plantillas.
Las ventajas son incuestionables pero, entonces, ¿por qué no acaba de funcionar en España?.
1.- Un análisis de las posibles soluciones conducen a fórmulas de colaboración entre empresas pequeñas y medianas de un mismo sector y ámbito geográfico, que establezcan contacto con centros de formación.
2.- Una mínima coordinación entre las Comunidades Autónomas, bajo la dirección del servicio público de empleo (SEPE) a nivel estatal, sería muy aconsejable, daría más seguridad a todos los actores y facilitaría su aplicación.
3.- Los Sindicatos sería importante que vieran los contratos como lo que son: una oportunidad para los jóvenes de acceder al primer empleo, de empezar a cotizar, de formarse y demostrar sus capacidades.
4.- En las empresas existe precaución a la hora de establecer una relación contractual y prefieren utilizar becas y convenios especiales, no solo con los jóvenes en formación, sino incluso con los ya recién graduados, en los que solo cabe formalizar el contrato en prácticas. Es un prejuicio falso que habría que eliminar y que se deriva del miedo a la legislación y a la protección del trabajador.