LA AUTORIDAD DEL LIDERAZGO
Por Santiago Álvarez de Mon. Ex.7-7-23.
¿Hipótesis de trabajo que me atrevo a formular? La médula del liderazgo no es tanto lo que se piensa de aquellos que ostentan una determinada posición jerárquica, sino lo que éstos despiertan en los otros. ¿Qué provoca el maestro en el discípulo? ¿Pasión por la materia, confianza en sus capacidades, cuando antes era un manojo de dudas, gratitud por su tiempo y actitud, curiosidad, asombro? ¿Qué despierta el jefe en sus subordinados? ¿Tranquilidad, respeto, hambre de seguir aprendiendo a su lado, estímulo moral por encontrar en su figura un referente ético? Y los jugadores, ¿qué sienten de los entrenadores que les catapultaron a la cima de su talento y esfuerzo? ¿Se entiende sin ellos su éxito? Algunos pasan desapercibidos, claves en las primeras etapas caracterizadas por la discreción, el anonimato, las dudas. Y, ¿qué piensan y sienten nuestros hijos de nosotros? ¿Les ayudamos a descubrir su camino, a escribir el libro de su vida, a ser libres desde la responsabilidad personal, o nuestra sombra dificulta su marcha? Preguntas, claves para una conversación inteligente, propia de líderes. ¿Respuestas?, preguntemos a los subordinados, estudiantes, hijos… ellos las tienen; menos mal.