FORMACIÓN EN CIENCIA DE DATOS E IA
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Amazon se cae… y tu formación tambalea: el reto que no podemos delegar

Amazon se cae… y tu formación tambalea: el reto que no podemos delegar

Amazon se cae… y tu formación tambalea: el reto que no podemos delegar

29 de octubre de 2025

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Editorial Gref

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El 20 de octubre se pararon muchas cosas en Internet.


No hace falta entrar en siglas: durante horas, miles de servicios dejaron de funcionar. Y la pregunta no es “¿por qué pasó?”, sino “¿qué le pasa a nuestra formación cuando pasa?”.


Piensa en un día cualquiera: onboarding de una red de oficinas, un curso de prevención de fraude, una certificación obligatoria. Si la plataforma no abre, no aprendemos; si no aprendemos, riesgo operativo. Así de simple.


El reto es tangible: que el alumno siga avanzando aunque la tecnología tosa. No hablamos de servidores ni regiones. Hablamos de continuidad, reputación y cumplimiento.


¿Qué podemos hacer desde mañana en banca y seguros?

  1. Plan B visible para el alumno
    Una página de “incidencia” que no sea un muro. Mensaje claro (“qué pasa y cuánto durará”), un botón de contenido esencial en PDF y un formulario de “lo retomo luego”. Sin tecnicismos, con tono humano.

  2. Reglas de juego para los mandos
    Cuando algo se cae, el responsable de equipo necesita una guía de una página: qué decir al equipo, qué tareas alternativas priorizar (p. ej., microcontenidos offline, repaso de casos), y cómo justificar exenciones de plazos sin pedir favores.

  3. Un simulacro corto y con fecha
    30 minutos, una vez al trimestre. Aviso: “hoy a las 16:00 la plataforma no estará”. ¿Somos capaces de reprogramar, informar y que nadie pierda el hilo? Si no lo probamos, no existe.


Se puede medir sin mareos:


% de alumnos que siguen aprendiendo durante una incidencia.

  • Tiempo de respuesta hasta el primer mensaje claro.

  • Satisfacción post-incidencia con dos preguntas: “¿Te sentiste informado?” y “¿Pudiste continuar?”.

No necesitamos un diccionario técnico; necesitamos hábitos. Un mensaje humano, una salida offline y una práctica trimestral. Con eso ya se baja mucho el riesgo.


Porque al final, la tecnología falla. Lo que no puede fallar es la capacidad de aprender. Y esa sí está en nuestras manos.