Por Ferran Teixes – Director General del Instituto de Estudios Financieros (IEF)

La Savings and Investments Union (SIU) es una iniciativa estratégica de la Comisión Europea cuyo objetivo es mejorar la canalización del ahorro de los ciudadanos hacia inversiones productivas, fortalecer los mercados de capitales europeos y promover una mayor integración financiera en la Unión Europea. Esta estrategia, presentada en 2025 y con medidas clave previstas para ser implementadas antes de 2027, responde a varios desafíos estructurales: la baja rentabilidad del ahorro depositado en bancos, la escasa financiación para pymes y empresas innovadoras, y la fragmentación del mercado financiero. Mediante una combinación de reformas legislativas y coordinación entre Estados miembros, la SIU busca reforzar la competitividad de Europa, apoyar la transición verde y digital, y convertir al ciudadano en actor protagonista del mercado único financiero. Este proceso de transformación conlleva profundas implicaciones en múltiples ámbitos, incluyendo las políticas de formación de los profesionales del sector financiero.

La implementación de la SIU exigirá una actualización significativa en las políticas de formación de los profesionales financieros. En primer lugar, se sitúa la educación financiera como eje central para fomentar una mayor participación ciudadana en los mercados de capitales. Actualmente, solo el 18% de los ciudadanos europeos tiene un alto nivel de alfabetización financiera. Superar esta carencia requerirá que los profesionales no solo dominen los productos e instrumentos financieros, sino que también desarrollen competencias pedagógicas, habilidades comunicativas y capacidad para asesorar a distintos perfiles de inversores.

La introducción de cuentas paneuropeas de ahorro-inversión también implica nuevos conocimientos técnicos y fiscales. Estas cuentas son vehículos financieros diseñados para ofrecer a los ciudadanos de toda la UE un acceso sencillo, digital y fiscalmente atractivo a una gama diversificada de productos de inversión. Permiten movilizar el ahorro minorista hacia los mercados de capitales, con ventajas como la portabilidad entre países, incentivos fiscales, comisiones reducidas y facilidad para cambiar de proveedor. Los asesores financieros deberán comprender su funcionamiento, saber compararlas con otros productos y adaptarlas a las necesidades y objetivos de los clientes, especialmente en lo relativo a la planificación financiera a largo plazo.

Además, la SIU incentivará una mayor implicación de los ahorradores en inversiones vinculadas a las prioridades estratégicas de la UE, como la transición ecológica, la transformación digital y la seguridad. Esto requerirá formación en finanzas sostenibles, instrumentos de inversión verde y comprensión de productos emitidos por instituciones públicas europeas. La capacidad de traducir estos conceptos en propuestas comprensibles para los ahorradores será clave.

En este nuevo entorno, los profesionales financieros también deberán tener conocimientos con relación a temas como el capital riesgo o el crecimiento empresarial. Esta iniciativa hará necesario que haya expertos que sepan identificar oportunidades, evaluar riesgos y acompañar a empresas emergentes en su desarrollo, en un marco donde el acceso a financiación no dependa exclusivamente del crédito bancario.

La mayor integración normativa que promueve la SIU obligará, además, a conocer los marcos regulatorios europeos, las prácticas transfronterizas y la armonización fiscal. La formación continua será, todavía, más imprescindible para operar con solvencia en un entorno más complejo y con una supervisión más centralizada a nivel europeo.

Por último, la SIU redefine la relación entre profesionales financieros y ciudadanos. Se requerirá un modelo de asesoramiento más cercano, ético y personalizado, centrado en empoderar al inversor y construir una cultura de corresponsabilidad financiera. Esto implica reforzar no solo las competencias técnicas, sino también las sociales, digitales y éticas de quienes trabajan en el sector.

Por ello, la SIU no solo transformará los mercados financieros europeos, sino que introducirá nuevos elementos en la formación de sus profesionales para asegurar su éxito.