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En esta jornada tuvimos el privilegio de contar con la participación de Alfredo Muñoz, experto en derecho tecnológico y asesor de entidades financieras e instituciones públicas, que ofreció una ponencia inspiradora y didáctica sobre el impacto de la tokenización del dinero y la llegada del euro digital.
Durante su intervención, Alfredo subrayó que estamos ante un cambio radical en el sistema monetario y bancario, impulsado por cuatro grandes tendencias:
🔹 La tokenización y programabilidad del dinero
El dinero digital permite que su uso pueda programarse para liberar pagos de forma automática y condicionada (por ejemplo, por hitos de un proyecto, certificaciones de obra o pagos de nóminas). Esto abre nuevas posibilidades de eficiencia y control en la gestión de fondos.
🔹 La llegada de las stablecoins
Las grandes tecnológicas (Google, Apple, X) y entidades financieras (BBVA, Santander) ya trabajan en emitir stablecoins: dinero electrónico tokenizado que puede utilizarse como medio de pago alternativo. Alfredo destacó el ejemplo de Tether, cuya capitalización ha crecido hasta superar los 180.000 millones de dólares.
🔹 El euro digital como respuesta estratégica de la Unión Europea
El Banco Central Europeo prevé lanzar el euro digital en dos modalidades:
Mayorista, para liquidación interbancaria.
Minorista, dirigido a ciudadanos y empresas, con un límite previsto de 3.000-4.000 euros por usuario, para evitar que compita directamente con los depósitos bancarios tradicionales.
El euro digital permitirá pagos offline y no requerirá cuenta corriente, lo que puede ser especialmente relevante en zonas rurales o con limitada infraestructura bancaria.
🔹 Identidad digital y soberanía del dato
A partir de finales de 2026, todos los ciudadanos europeos podrán disponer de una identidad digital que les permitirá acreditar datos de manera selectiva y segura, reduciendo trámites y mejorando la privacidad. Por ejemplo, será posible demostrar que se es mayor de edad sin tener que compartir datos personales innecesarios.
Además, Alfredo expuso cómo la inteligencia artificial y los agentes autónomos están comenzando a transformar la relación de los usuarios con su patrimonio, facilitando la contratación y gestión financiera sin intermediación humana directa.
La sesión terminó con una reflexión sobre la necesidad de anticipar estos cambios y de que las entidades adapten sus servicios a este nuevo paradigma de dinero programable, autocustodiado y plenamente trazable.
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