Ex.2-1.
Según Unespa, las entidades tendrán un coste de adaptación de 250 millones en medios materiales y humanos de las compañías, sin incluir las repercusiones financieras o patrimoniales. Tras quince años de elaboración, ayer entró en vigor la nueva exigencia de capital que deben afrontar las compañías de seguros, en función de su nivel de riesgo y del control que ejercen sobre ellos. Las entidades españolas, con carácter general no van a tener problema a la hora de cumplir con los nuevos requerimientos, ya que el excedente que tienen con Solvencia I es suficiente para cumplir con Solvencia II.
En 2014 el patrimonio propio no comprometido del sector era dos veces la cuantía mínima exigida. Una de las incógnitas por resolver es si la aplicación de Solvencia II propiciará las fusiones en el sector, a la vista de las mayores exigencias que pueden tener que afrontar las entidades de menor tamaño. Al margen de estos dos retos, las aseguradoras tendrán que afrontar también el recorte de sus ingresos financieros por la caída de los tipos de interés.