[et_pb_section][et_pb_row][et_pb_column type=”4_4″][et_pb_image admin_label=”Imagen” src=”http://gref.org/blog/wp-content/uploads/2015/09/santiago-demon.png” show_in_lightbox=”off” url_new_window=”off” animation=”left” sticky=”off” align=”left” force_fullwidth=”off” always_center_on_mobile=”on” use_border_color=”off” border_color=”#ffffff” border_style=”solid” /][et_pb_text admin_label=”Texto”]
De un artículo de Santiago Álvarez de Mon en Ex.16-09.
Algunos argumentos de una conversación apasionante.
1. El tren del futuro. La revolución tecnológica en la que estamos inmersos provoca que el ritmo y profundidad del cambio no tenga precedentes en la historia de la humanidad. Reinventarse o morir, no hay alternativa.
2. Certamen internacional. Mal que le pese a algunos analistas, víctimas de sus prejuicios ideológicos, EEUU sigue ocupando el liderazgo científico mundial.
3. Factor humano. Con un presupuesto modestísimo, el compromiso e ingenio de personas enamoradas de su profesión se elevan por encima de la escasez de recursos, de la austeridad de las instalaciones, obteniendo resultados extraordinarios que son citados en los foros y publicaciones más prestigiosos del mundo.
4. Pedagogía.
5. Vivero de talento.
6. Equipo.
7. Aprendizaje. Interrogado por sus errores, le sorprende la pregunta. Tan consustancial los ve al proceso de emprender nuevos proyectos, que los da por descontados. Como señala Ben-Shalar en The pursuit of perfect: “o aprendemos a fallar, o fallamos en el proceso de aprender”.
8. Paciencia. Amantes del detalle conducen con las luces largas. Mentalidad maratoniana, aúnan intensidad y serenidad.“Cuando le preguntaron si nunca se había sentido desanimado por el escaso fruto que sus esfuerzos parecían producir, el Maestro contó la historia de un caracol que emprendió la ascensión a un cerezo en un desapacible día de finales de primavera. Al verlo, unos gorriones que se hallaban en un árbol cercano estallaron en carcajadas. Y uno de ellos le dijo: “¡Oye, tú, pedazo de estúpido!, ¿no sabes que no hay cerezas en esta época del año?” El caracol, sin detenerse, replicó: “No importa. Ya las habrá cuando llegue arriba”. Apuntes de una visita inolvidable. Sorpresas que te depara la otra España, currante, inteligente y generosa.
[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]