CÓMO GESTIONAR CONVERSACIONES DIFÍCILES EN SIETE PASOS
Tendencias ORH. 2-2.
1.-Preparación previa. Tener claros los objetivos que se persiguen con ese diálogo. Además debemos ponernos en disposición de “entender” los motivos que tiene el otro, ya que sin duda estos aparecerán durante el encuentro.
2.- El contexto más oportuno. El escenario de la charla ha de reunir unas mínimas características de privacidad, silencio y equilibrio.
3.- Qué vamos a decir y cómo vamos a decirlo. Un error frecuente es preparar detenidamente las palabras que vamos a usar, y reflexionar muy poco o nada sobre la atmósfera emocional que queremos generar, qué estado de ánimo vamos a necesitar o qué energía queremos producir. Trabajar también nuestras emociones puede ser mucho más difícil que trabajar solo las palabras, pero a cambio hace que la conversación mucho más efectiva.
4.- Escuchar atentamente al interlocutor. Escuchar lo que tengan que decirnos va a ser un arma muy efectiva en el logro de nuestros objetivos, ya que nos proporcionará una información añadida, actualizada y compleja sobre la situación y visión del otro. Además, si nuestro interlocutor siente que le escuchamos y respetamos, seguramente nos tratará desde el respeto y estará más abierto a lo que nosotros tengamos que decirle. Nada más negativo que nuestro interlocutor detecte que no prestamos atención a sus argumentos.
5.- Convencer en vez de vencer. No suele resultar un buen camino, pues al ignorar al otro estamos abriendo la ventana de la desconfianza, que acabará por restar eficacia al encuentro. Evitaremos que haya vencedores y vencidos aplicándonos en la escucha.
6.- Honestidad y claridad. No hemos de andar con rodeos y hemos de formular nuestras peticiones de forma clara y honesta.
7.- Revisar los acuerdos logrados y fijar compromisos. Si se cumplen las premisas anteriores, sin duda se logrará algún punto de acuerdo. Al concluir el encuentro debemos repasar con nuestro interlocutor los acuerdos y pactos alcanzados, así como los compromisos que se derivan de ellos. Es importante que se plantee entre ambos un plan de acción para que se cumpla según lo hablado. ¿Qué vamos a hacer a partir de ahora? ¿Qué implicaciones tiene ese acuerdo para ambos? Al mismo tiempo debemos reflexionar después de que todo haya acabado para aprender de los errores, si es que los hemos cometido, e internalizar las conclusiones.