¿ES LA BANCA UN NEGOCIO MALDITO?
ACTUALIDAD ECONÓMICA
Por Carmelo Tajadura en ABC EMPRESA 18-11.
Antes de la crisis de 2007 el negocio bancario parecía Jauja. Su crecimiento era portentoso, el número de oficinas y empleados aumentaba continuamente y el beneficio batía records. Aunque, en realidad, bajo esa apariencia, había un abandono de los equilibrios de balance y una deficiente gestión del riesgo. Pero, desde entonces, parece como si alguien hubiera dictado una maldición sobre este sector, que no cesa de cumular circunstancias desfavorables. Así, su reputación está por los suelos, tras abusar de la falta de formación de los clientes. Y el poder judicial le golpea de continua. Unas veces con bastante razón, como por ejemplo en el caso de la deficiente comercialización de las cláusulas suelo hipotecarias o las preferentes. Y otras – como en el caso del Impuesto de Actos Jurídicos documentados – porque pasaba por allí. También el poder político aprovecha, con elevados tintes de populismo, que los bancos aparecen como los malos de la película para castigarlos mediante disposiciones lesivas o impuestos nuevos. Incluso a algunos extremistas no les basta con ello, sino que – en su ignorancia – reclaman más banca pública, a partir de Bankia. Por otra parte, los reguladores no cesan de exigir más capital y multiplicar las normas.