ECONOMÍA DIGITAL
Trabajar y competir con robots es ya obligatorio
Editorial de Expansión, 28-9.
El fallo del juzgado de lo social número 10 de Las Palmas de Gran Canaria que declara improcedente la rescisión de contrato de una trabajadora de una multinacional turística grancanaria que fue despedida, tras 13 años trabajando como administrativa, para ser suplida por un bot de gestión es el primer episodio de otros que vendrán y que tendremos que superar pronto. En el mercado de trabajo que viene, el problema no será que las máquinas nos vayan a quitar el empleo. Lo realmente grave es que no nos adaptemos a vivir y trabajar con robots, porque nuestra vida laboral está ligada ya a lo que se conoce como inteligencia social, que es la convivencia de seres humanos y máquinas en un entorno laboral que cambiará totalmente y que obligará a profesionales, empresas y gobiernos a adaptarse a nuevos retos de gestión y de organización, a nuevos conflictos laborales y a formas de trabajar nunca vistas y hasta nuevos sistemas de recompensa y valoración que nos obligarán a competir con la inteligencia artificial. La nueva responsabilidad de todos es pensar en cómo se puede crear un entorno laboral en el que las personas y los robots se complementen. Aunque el empleo se digitaliza cada vez más, también se incorporan más profesionales al mercado laboral. Será esencial desarrollar nuevas competencias para poder incorporar la automatización en los perfiles profesionales del futuro. Los robots harán desaparecer aquellos empleos rutinarios en los que el ser humano no aporte valor. Pero habrá nuevas oportunidades para los trabajos en los que el hombre deje su impronta.