ANGUS DEATON, NOBEL DE ECONOMÍA POR SUS ESTUDIOS SOBRE EL CONSUMO
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Ex.13-10.
“Alguien que se preocupa sobre los pobres del mundo y sobre cómo la gente se comporta y qué les da una buena vida”. Así se definió ayer Angus Deaton (Edimburgo, 1945), a quien la Real Academia de Ciencias de Suecia concedió el Nobel de Economía “por su análisis del consumo, la pobreza y el bienestar”. La síntesis que hizo Deaton de su propio trabajo es tan parca como certera, ya que la obra de este catedrático en la Universidad de Princeton (Nueva Jersey, EEUU) gira en torno a tres cuestiones estructurales esbozadas ya en esa frase.
En primer lugar, cómo distribuyen los ciudadanos sus gastos.
En segundo, qué parte de los ingresos de la sociedad se gasta y cuánto se ahorra.
En tercero, cómo se miden mejor el bienestar y la pobreza, de forma que un análisis más acertado ayude a erradicar los desequilibrios.
De hecho, una de las grandes aportaciones de Deaton es el estudio de las interrelaciones entre microeconomía y macroeconomía, de manera que la primera influya más en la segunda. Como destacó la academia sueca al revelar el galardón, “para designar políticas económicas que promueven el bienestar y reducen la pobreza, antes hay que entender las elecciones individuales de consumo”.
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