INNOVAR O ¿DESAPARECER? PORQUE NINGUNA EMPRESA ES ETERNA
Por Miguel Bello.
Bello, profesor emérito de Escuelas de Negocios. Cuando todo cambia, no podemos quedarnos parados y nostálgicos del pasado, cuyos parámetros esenciales posiblemente carezcan de utilidad hoy. Es preciso, redoblar esfuerzos, y reflexionar con determinación ante el nuevo escenario, en el que, junto a las amenazas de desaparición de ciertos negocios, habrán aparecido nuevas oportunidades que sólo se podrán aprovechar mirando con ojos abiertos y en todas las direcciones al campo político, económico, sociocultural y tecnológico, del que, con todos los matices derivados, depende la actividad empresarial. Siempre habrá nuevos emprendedores, escrutadores del entorno, los cuales, incluso, desde un modesto portal, sabrán acuñar ideas creativas con escasos medios económicos y venciendo desánimos y errores, que contribuirán al avance del mundo, entre incertidumbres, hacia metas insospechadas. La vida ha sido así desde el principio de los tiempos, y así seguirá siendo: construyendo sobre lo inexistente, reconstruyendo lo construido, o construyendo sobre lo destruido, pero ahora, a velocidad de vértigo.