¿PUEDE UN PULPO SER UN BUEN TRAPECISTA?
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De un artículo de Montse Mateos en Expansión 25-11.
COHERENCIA. La cuestión que se plantea es si el pulpo que habita en todos nosotros es capaz de sacar a la luz todos sus instintos profesionales para ser trapecista, es decir, transformarse en el tipo de empleado que anhela ser. Antes de nada, y como dice Pilar Jericó, presidenta de Be-UP, “hay que diferenciar la fantasía de los sueños. En el primer caso se trata de una quimera, mientras que los sueños pueden hacerse realidad. Por eso, conviene ser coherente con lo que se desea y cerciorarse de que realmente está alineado con lo que puedes y quieres hacer. Conozco a gente que lleva años diciendo que quiere montar una empresa”. Atreverse, dar el primer paso y salir de la zona de confort es un buen principio. Genoveva Vera, coach y experta en liderazgo, asegura que “este tipo de individuos desea reinventarse y hacer cosas que nada tienen que ver con lo que hacen actualmente. Suelen ser personas inconformistas o insatisfechas”. El problema es cuando es el profesional el que, pese a todo, no se atreve a cambiar. Añade Noheda que “si no arriesgas no ganas y, si no pruebas, nunca sabrás si el camino por el que ibas es el correcto”.
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