UNA LECCIÓN MAGISTRAL
Por Santiago Álvarez de Mon. Ex. 13-1-23.
Sin necesidad de irse a casa definitivamente y gozar de un merecido descanso, hay transiciones en la carrera profesional que pintan bien pero no acaban de cuajar. De ejecutivo acostumbrado a la acción, a gestionar equipos, a tomar decisiones, se pasa ahora a la figura de consejero, o asesor externo. En lugar de ir al frente de batalla y pelear en consonancia, se trata de preguntar, escuchar, acompañar discretamente a los protagonistas del momento. De la actividad frenética a la reflexión discreta, silenciosa. Lo que antes eran cualidades innegables se pueden tornar debilidades relevantes. Un ejemplo: Benedicto XVI. Retirado en el Monasterio Mater Ecclesiae, allí ha pasado discretamente la última etapa de su vida, leyendo, escribiendo, escuchando música, estudiando, rezando. Entre los muros de su última morada, en la sombra, arropado por una soledad querida, por un silencio profundo, en paz con un anonimato libremente aceptado, avanzó en materias tan exigentes y delicadas como la humildad, la bondad, la sabiduría.