LAS BASES DE LA REVOLUCIÓN ‘FINTECH’
De un artículo de Aitor Chinchetru en Cinco Días, 10-02.
¿Qué ha cambiado para que pequeñas startups formadas por equipos de entre cinco y diez ingenieros se lancen a la captura del negocio tradicionalmente reservado a los bancos? Se trata de tres transformaciones fundamentales que han abierto una puerta en la industria financiera, por las que las fintech tratan de pasar: la primera es la revolución digital fundamentalmente a través del teléfono móvil, la segunda es la disponibilidad de fondos y la tercera es el apoyo de los reguladores. La revolución digital es una realidad que está transformando la esencia de la relación entre el usuario y la entidad financiera. La industria de la banca ha estado basada tradicionalmente en la relación entre el gestor y el cliente con redes de distribución (oficinas) ubicuas. Hace ocho años, en España había 40.565 sucursales bancarias de las que hoy solo quedan 27.863 (el mismo número que había en 1987).
Aprovechando estas tres transformaciones, las fintech ofrecen un servicio innovador, totalmente digital (sin papeles), barato y operativo 24 horas al día desde cualquier dispositivo.
Obviamente, las entidades tradicionales están tratado de cerrar la puerta a los nuevos entrantes, acelerando su transformación hacia el mundo digital. Disponen para ello de ingentes recursos: dinero, experiencia y tecnología. Carecen sin embargo de una variable crítica: tiempo, y están perdiendo otra muy valiosa: talento. El talento que son capaces de atraer y la velocidad a la que estas transformaciones están sucediendo son las principales ventajas de las startups que son capaces de desarrollar servicios en días o semanas frente a los meses o años de los bancos tradicionales. ¿Serán suficientemente rápidas las startups para entrar por la puerta mientras esté abierta o serán los bancos capaces de cerrarla a tiempo?.