EL SUPERVISOR VIGILARÁ A CADA BANCO CON UN PLAN INDIVIDUAL
Ex.23-11.
EN 2016/ El supervisor único intensificará el escrutinio sobre la rentabilidad de líneas de negocio específicas y puede exigir cambios o imponer recargos de capital. El segundo año de andadura del BCE como supervisor único de la eurozona será muy intenso para los 123 bancos bajo su vigilancia directa. Así lo advirtió Sabine Lautenschläger, vicepresidenta del Mecanismo Único de Supervisión (MUS) de la institución, en una conferencia en Fráncfort el 18 de noviembre. Sus prioridades de supervisión seguirán siendo los modelos de negocio y la rentabilidad de las entidades en el actual entorno de tipos de interés en mínimos históricos, así como la eficacia de la gobernanza interna y de los mecanismos de defensa ante la creciente amenaza de ciberataques. Pero en 2016, cada banco contará con un traje a medida diseñado a la luz de las debilidades específicas detectadas por el BCE en su primer ejercicio de escrutinio. A día de hoy, el MUS ultima los planes individuales de supervisión que aplicará a cada banco y que marcarán la interacción de las partes, con los encuentros que quiere mantener con los máximos gestores para abordar temas concretos, las áreas y frecuencia en que desplegará las inspecciones presenciales o el campo sobre el que requerirá información pormenorizada. El supervisor único, proclive a impulsar la venta de activos improductivos
en el balance. Convierte sus recomendaciones en obligación con la amenaza de aplicar recargos de capital.