ENTREVISTA A VICENTE SÁNCHEZ, CEO DE WOLTERS KLUWER ESPAÑA
“El líder es un agrupador de voluntades”.
P.- Para ser un buen líder, uno excelente ¿hay que ser necesariamente brillante y carismático o son necesarias otras cualidades basadas en valores más profundos?
VS.- Creo que los conceptos de brillantez y carisma no son en modo alguno absolutos, sino que surgen de la consolidación de otros muchos valores inherentes al profesional y se puede llegar a ellos por vías diferentes, físicas, emocionales o actitudinales. No existe una única receta de líder excelente, sino que cada uno tiene que profundizar en sí mismo, hacer su propio análisis interno, explotar sus fortalezas, mitigar sus debilidades para conseguir el objetivo final que no es otro que impulsar al equipo, mucho más allá de sus posibilidades aparentes, y con ello obtener los resultados deseados. Es evidente que, si la brillantez indica competencia técnica, es necesario ser brillante. Si carisma implica autoridad, empatía, conexión emocional y atractivo, es necesario tenerlo. Pero el líder es también un guía, un facilitador, un agrupador de voluntades. Tiene que conseguir que el equipo crea y se comprometa. Como el director de orquesta, tiene que materializar la música en su mente antes de que la orquesta la ejecute. Para ello, todo es válido y cada uno utilizará, en las dosis adecuadas, la combinación de recursos y activos personales más apropiados de su caja de herramientas y habilidades, para que el efecto sea el deseado. No existen recetas, no existen fórmulas mágicas para ello.