MEJORAR LA CONFIANZA EN EL SECTOR FINANCIERO
Editorial de Expansión 17-2.
Sería lógico admitir que el sector financiero, después del ingente esfuerzo realizado para sanear balances y reestructurarse, está mucho más preparado que hace unos años para absorber inesperados shocks financieros o económicos. Sólo la banca española ha destinado a este menester la colosal cantidad de 390.000 millones. Y gracias a la evolución positiva de las economías, se está reduciendo una de las grandes lacras del sector: los créditos dudosos. Entonces, ¿por qué persiste la incertidumbre en los parqués? En las últimas semanas se ha puesto en duda la capacidad de los bancos europeos para atender sus obligaciones de los bonos convertibles en acciones (CoCos). No deja de ser paradójica la aversión al riesgo sobre este tipo de bonos cuando la nueva regulación de Basilea III incentiva su emisión para aportar un 1,5% del capital. Es cierto que los temores emergieron a raíz de los problemas de Deutsche Bank, pero tampoco ayuda la falta de claridad sobre el calendario de pago de estos instrumentos.
El supervisor europeo reconoce ahora que convendría clarificar su regulación. La tarea puede no ser sencilla, pero es acuciante, porque la agencia de ráting S&P alerta de que la congelación que ha experimentado este mercado desde comienzos de febrero podría dificultar que la banca europea capte los cerca de 40.000 millones previstos para el presente ejercicio.