LA DIFICULTAD DEL NEGOCIO BANCARIO EN TIEMPOS DE TIPOS NEGATIVOS
Editorial de Cinco Días, 2-11.
La fortísima reducción de los márgenes de intereses no es sostenible a largo plazo, puesto que erosiona la rentabilidad de los ahorradores y la capacidad del capital para sostener el negocio bancario, máxime si a ello se añade la cada vez más exigente regulación implantada desde la crisis. La industria no elude la competencia surgida desde la banca en la sombra, cierto que con presencia muy limitada en Europa, ni de las fintech, los experimentos de última generación de las bigtech o los simulacros de creación de mecanismos de pago alternativos; pero demanda con razón una regulación simétrica e igualitaria, tanto en las exigencias de capital y reservas como en la disponibilidad de los datos de la clientela, cuestiones aún hoy alejadas de la normativa y que pueden poner en cuestión preceptos capitales como la seguridad, la confidencialidad y la competencia leal. Seguramente una normativa que lo garantice no impedirá que la banca tenga que seguir en la carrera nunca culminada de las concentraciones, nacionales y transfronterizas, y poner en marcha el cobro por servicios antes gratuitos, sin descartar el simple servicio de depositario del ahorro.