DIEZ LECCIONES DEL ‘COACHING’ DEPORTIVO PARA UN DIRECTIVO
Expansión.26-4
Según Juan Carlos álvarez Campillo que fuera Director de RRHH de Ernst & Young son claves: Ayudar a tener los pies en la tierra, visualizar los objetivos o gestionar el error. No hay tantas diferencias a la hora de enfocar retos entre un directivo y un deportista: “Tienen que entender que el coaching les puede ayudar a encontrar soluciones a sus retos. Nosotros les ayudamos, la clave son ellos”.
1.- Tener los pies en la tierra.
2.- La persona y el personaje. Hace poco estuve trabajando con el director general de una firma porque su personaje se estaba comiendo a la persona”, dice Álvarez, que alerta de seguir actuando en casa de la misma forma que se hace en la oficina o en un estadio. Y al revés, igual.
3.- Visualizar objetivos. Si piensas en negativo, funcionas limitado. Si lo haces en positivo, aflora la creatividad y es más sencillo lograr tu propósito”, señala el coach.
4.- Fijar resultados. Para alcanzarlos es bueno fijar hitos a corto, incluso diarios.
5.- El miedo al fracaso. “El error genera presión, la presión genera miedo y el miedo genera bloqueo. Hay que poner los errores en contexto, sabiendo que no hay fracasos definitivos, y asumiendo que en el camino de la superación no todo son éxitos. Así, los fracasos se ven más pequeños”.
6.- Reconocer los errores. Es necesario que aprendan a hacer autocrítica”, cree el experto.
7.- Gestionar el éxito. El fracaso bloquea, pero el éxito también es muy peligroso. “Hace que muchas personas dejen de escuchar, creyendo que saben todo y pueden solucionar todo. El ego es uno de los mayores problemas para que una persona dé lo que tiene”, dice Álvarez.
8.- El liderazgo Directivos y deportistas son distintos tipos de líderes, pero han de saber que “el liderazgo empieza en uno mismo. Primero tienes que liderarte tú y luego generas impacto.
9.- Trabajo en equipo. “Se tienen que identificar valores y pilares, y trabajar los valores apoyándote en los pilares. La selección española de hockey trabajó la confianza y la solidaridad a través de palabras clave que usaban en los partidos para ayudarse”, dice.
10.- Compromiso. Se trata de extender la motivación personal al compromiso con el grupo. “No basta con dar lo máximo si el esfuerzo no es colectivo. Hay que jugar y hacer jugar”, concluye.