EDUARDO GÓMEZ MARTÍN, Director General de ESIC
ABC EMPRESA. 22-5.
Recién estrenado en el cargo, explica el eje central de la escuela para los próximos años: “Poner en el centro al alumno, su empleabilidad y su competitividad laboral”. “La verdadera disrupción digital no es tanto tecnológica, sino cultural y empresarial”.
P. ¿Cómo está afrontando ESIC la disrupción tecnológica que parece conllevar esta nueva era digital? En ESIC ya tomamos consciencia del auge de la era digital hace 20 años, cuando nos convertimos en co-fundadores del ICEMD, el Instituto de Comercio Electrónico y Marketing Directo. Nos dimos cuenta que la digitalización marcaría un antes y un después en la práctica del marketing y de la gestión empresarial, y así ha sido. Adquirimos la totalidad del Instituto hace 5 años y lo transformamos en ICEMD, El Instituto de la Economía Digital de ESIC. A través del Instituto nos mantenemos en la vanguardia de la innovación digital y ofrecemos la gama más completa de programas de digital marketing y digital business. ICEMD también servirá cada vez más como nuestro laboratorio interno de innovación digital; estamos a punto de dar los primeros pasos en la transformación digital de la Escuela, y nos dejamos inspirar por nuestro Instituto, que ya funciona como un auténtico e-business.
P. ¿Cómo debe ser el perfil de un responsable de marketing en esta era digital? El nuevo responsable de marketing debe tener la combinación adecuada de conocimientos y habilidades. Debe conocer profundamente los nuevos mercados integrados online-offline, tener una visión omni-canal del comercio y saber escuchar a los clientes. Debe entender que las marcas hoy en día dependen de la reputación digital para lograr su éxito. Debe saber que David Packard acertó (aunque adelantándose a su tiempo) cuando dijo que “el marketing es demasiado importante para dejarlo en manos del departamento de marketing” y que hoy en día el marketing aborda toda la cadena de valor de las empresas. Tiene que ser consciente de que los consumidores se han convertido en medios de comunicación unipersonales y que la reputación de nuestras marcas depende de cómo practicamos el engagement con ellos. Y debe saber cómo aprovechar el poder de las nuevas tecnologías para conseguir los objetivos de marketing de siempre: satisfacer y anticiparse a las necesidades del consumidor, y diferenciarse de la competencia. Pero no es suficiente, debe tener las habilidades adecuadas también: saber trabajar en equipo, expresarse bien verbalmente y por escrito, tener empatía e inteligencia emocional, visión global e internacional, saber liderar con el ejemplo, tener una curiosidad insaciable y una capacidad enorme de seguir aprendiendo. Y debe tener un profundo sentido ético y de responsabilidad social.