LA RECTA FINAL DEL AÑO, EL EXAMEN DEL BUEN EJECUTIVO
Cinco Días. 5-9.
En este sentido, Miguel Ángel Ariño, profesor de Análisis de Decisiones del IESE, cree que “ir de cabeza al cierre del ejercicio es una falta importante de planificación. Como el estudiante que quiere aprenderse la lección el último día”. Algo que, según analiza, pasa a menudo en las empresas del país. “El cierre del ejercicio es algo que tiene una fecha conocida. Si no se actúa con previsión, y se deja mucho trabajo para el final, eso denota que las cosas se pueden hacer mejor, y que, por tanto, el trabajo del directivo encargado también es mejorable”. Ceferí Soler también pone el acento sobre la labor, y la formación, de los ejecutivos ante estas situaciones. “Hay que planificar la formación de los jefes, y evaluar su desempeño. Los que tienen experiencia y conocimiento, saben ya en septiembre cómo va el ejercicio y lo que hay que hacer, y lo que no, en lo que resta”, apunta.