LAS REUNIONES SON BUENAS, PERO CON MODERACIÓN
Cinco días 27-10.
Dirigir bien los encuentros y no convocar los que sean prescindibles, claves para su éxito. Álvaro San Martín, profesor de dirección de personas del IESE, distingue entre director y participante en las reuniones. “El primero debe analizar y valorar las contribuciones de los segundos. Un buen conductor de reuniones es aquel que facilita la comunicación entre todos los miembros, que procura que todos participen, de modo que se formulen conjuntamente las alternativas viables y los criterios necesarios para evaluarlas”, explica. Cuando asistimos a una reunión, la actitud a adoptar se puede resumir con una expresión: saber estar. “Eso implica, entre otras cosas, una actitud de escucha respetuosa, pedir la palabra, intervenir cuando sea necesario y de forma concisa”, añade San Martín. Estas actitudes son especialmente recomendables en caso de asistir a una reunión de compromiso. Cuando funcionan bien, los encuentros con el equipos son altamente productivos. Ceferí Soler, de Esade, lo resume así: “Yo no soy un forofo de las reuniones, pero a veces te das cuenta en ellas de que lo que no se me ocurre a mí se le ha ocurrido a otro”.