¿OBSESIÓN DIGITAL SIN CULTURA DE INNOVACIÓN?
Cinco días 1-11.
Estamos hablando de la digitalización como un nuevo metalenguaje que debe ser aprendido para comunicarnos, por Fernando Trías de Bes/Alex Rovira Celma/Juan Carlos Cubeiro.
La tecnología es un poderoso aliado, un trampolín para el talento, pero no debería ser nunca la protagonista. Pensar que la tecnología por sí sola resolverá nuestros problemas es una peligrosa deriva del “solucionismo tecnológico” (Evgeny Morozov). Y es que, como insisten los mayores expertos en digitalización, no hay transformación digital sin transformación cultural. Necesitamos tecnología cada vez más humana, seres humanos cada vez más tecnológicos. La transformación cultural a la que obliga la digitalización de un negocio va más allá de la formación e incluso de una revisión de la misión, visión o valores de la compañía. Obliga a algo más profundo. Cuando una empresa incorpora lo digital a su negocio, modifica la forma en que captura valor; redefine el posible rol de clientes, proveedores, empleados, alianzas, distribuidores; se abre a un fraccionamiento de sus actividades y tareas; a su redistribución; incorpora procesos nuevos que al mismo tiempo supondrán nuevas formas de decidir, de pensar, de actuar.
El artículo está íntegro en nuestra web www.gref.org sección Economía Digital.