ANALISTA DE RIESGOS: LUCES Y SOMBRAS DE LA FUNCIÓN
Artículo de Emilio Gutiérrez Socio de Estrategia Global Vehicular, S.L. EGV News nº 52 septiembre de 2.016.
No es difícil escuchar, por parte de los analistas de riesgos, su voluntad de tirar la toalla y desarrollar su función en solitario y a veces a ciegas, al margen de lo presentado por las oficinas en sus propuestas de riesgo, cansados de reclamar la necesaria implicación de la red en la preparación de las operaciones y de las correspondientes propuestas de riesgos por parte de las oficinas. Así mismo, no es fácil convencerlos de que es posible desarrollar su función ligada al planteamiento de la oficina si desde riesgos y/o desde formación, se desarrolla una labor pedagógica para con los directores, encaminada a hacerles comprender la utilidad de realizar un análisis no necesariamente exhaustivo, pero sí detallado, de la información disponible del cliente y que no siempre es adecuadamente transferida en las propuestas que realizan las oficinas.
El proceso a desarrollar para ello se centra en que el analista de riesgos tiene que conseguir que los directores sean su “lazarillo” (sus ojos) para que lo guíen por el camino de la coherencia entre la solicitud realizada por las oficinas y la información que éstas facilitan para diagnosticar el riesgo. El analista de riesgos debe ser exigente en cuanto al contenido de la propuesta y conseguir que esta sea un verdadero compromiso en la que el director manifiesta, implícitamente, que “la oficina ha encontrado realmente una oportunidad para invertir con seguridad y rentabilidad”, algo que tanta falta hace en estos momentos.
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