CULTURA BANCARIA
Por Beatriz Morilla Piñeiro, Responsable de RSC de la Asociación Española de Banca y José Luis Martínez Campuzano, Portavoz de la Asociación Española de Banca.
La banca es cada vez más consciente de que lo relevante es cómo se generan los beneficios y no tanto fomentar la rentabilidad que se obtiene a corto plazo. La credibilidad, tan necesaria para hacer banca, no se consigue lanzando programas de acción social sino con la autenticidad de cómo se hace el negocio, centrado en el cliente y buscando esa relación a largo plazo. La cultura corporativa es individual de cada empresa y surge cuando la entidad recuerda el por qué y para qué se fundó: en interés del progreso de sus clientes y de la sociedad. Los bancos están intentando demostrar el esfuerzo que se está haciendo en términos de liderazgo, estrategia, procesos de forma de decisión, selección, incentivos y controles para asegurar que esta cultura se traduzca en el comportamiento adecuado de todos los empleados. Más allá del puro cumplimiento normativo.
Aunque la evidencia demuestra que los clientes están contentos con su banco, es la percepción de la industria que tiene la sociedad la que determinará la medida en que las entidades financieras están consiguiendo trasladar todos los cambios internos a los que nos referíamos antes a pié de calle. Todo cambio cultural lleva su tiempo y la industria financiera no es la única que está atravesando este reto. No obstante, por su tamaño e importancia en la estabilidad de la economía, y por tanto en la vida de las personas, tiene la gran responsabilidad de aceptar la oportunidad estratégica que supone este cambio y convertirle en una ventaja competitiva.