EL BCE INYECTARÁ 360.000 MILLONES MÁS, PERO NO CONVENCE AL MERCADO
Ex.4-12.
Nuevo impulso a la política monetaria.
El BCE sacó de nuevo ayer su artillería para intentar apuntalar la inflación y acercarla a cotas cercanas al 2%, el objetivo de la institución. Se anunciaron cuatro cambios. Por un lado, recortó la facilidad de depósito al -0,3%, la tasa que cargará ahora a la banca por dejar el excedente de liquidez a un plazo de un día en las arcas del BCE. De esta manera, presiona a las entidades para que dejen de llevar el dinero allí y fluya por el sistema. Además, modificó el programa de compra de deuda, conocido popularmente como QE, tanto su duración, porque lo mantendrá al menos seis meses más de lo previsto, hasta marzo de 2017, como su composición, puesto que empezará a comprar bonos de regiones y ayuntamientos. Y, por último, reinvertirá el dinero de los bonos que vayan venciendo y mantendrá, a su vez, la barra libre de liquidez a tres meses durante el tiempo que sea necesario. El objetivo: “asegurar una liquidez muy significativa”, según dijo ayer Mario Draghi, presidente del BCE.
Se echó en falta algo: la posibilidad de ampliar el volumen mensual de compras desde los 60.000 millones actuales, ante lo que Draghi se justificó diciendo que “la extensión de nuestro horizonte [para el QE] y especialmente con la reinversión del principal [recompra de lo que va venciendo] es suficiente”. El mercado no parece verlo. El impacto de la compra de deuda regional en España, no está muy claro cómo afectará, debido a que el Gobierno cubre todas las necesidades de liquidez con el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA). Esto provoca que casi ningún gobierno regional acceda actualmente al mercado por su cuenta.