EL COSTE DE LA FORMACIÓN, (AUNQUE EL ARTÍCULO SE REFIERE MÁS BIEN A LA CAPACIDAD DE APRENDIZAJE, COMO EL GRAN ACTIVO DEL S.XXI, Y MÁS CONCRETAMENTE A LAS VIRTUDES DE LA UNIVERSIDAD CORPORATIVA)
Por Toni Ramos Consultor de Formación de la UOC. Revista ORH, septiembre 2016.
Comienza el artículo con una visión panorámica, más bien pesimista, de la situación actual: presupuestos de formación encogidos, una nueva generación muy preparada pero que tiene que emigrar, sin soluciones para los parados, especialmente de larga duración, prejubilaciones tempranísimas, en fin, un “círculo pastoso”, le llama, frente a un “círculo virtuoso” deseable. “Ante este panorama, tenemos que agradecer la valentía de algunas organizaciones al crear la universidad corporativa”, escribe el autor. Alude al entorno competitivo, al reto de la transformación digital y a la rapidez de los cambios. Poner como ejemplo el sector de la automoción. Y se pregunta si es posible afrontar el futuro inmediato sin el protagonismo de la formación como facilitadora del proceso. Cada vez más, las profesiones del futuro requerirán empleados altamente cualificados y, por lo tanto, primará el conocimiento, la flexibilidad o adaptación al cambio y una actitud enfocada hacia la mejora continua. Esta es, sin duda, una de las razones que ha motivado el crecimiento de las universidades corporativas. Está claro que el valor está en las personas, en su potencial de crecimiento y en su voluntad de ir adaptando sus competencias a las nuevas necesidades. Y desde la empresa tenemos que preocuparnos por poner a su disposición aquellos recursos que hagan posible ese desarrollo, por la formación. Y termina el artículo congratulándose de que en una encuesta reciente realizada en una de las Jornadas de Corporate U, el 37% de los encuestados indican que aumentará su inversión en formación.