GANAR UNA MEDALLA OLÍMPICA SUPONE ESFUERZO, COHESIÓN, EMPEÑO Y MUCHA TÉCNICA, UNA FÓRMULA QUE APLICÓ EL EQUIPO ESPAÑOL DE GIMNASIA RÍTMICA PARA TRAERSE LA PLATA A CASA
E & E, 10-9. Por Montse Mateos.
“No rendirse nunca” es, para Alejandra Quereda, la capitana, la fortaleza que les ha llevado al podio. El brillo de la plata se lo llevaron Sandra Aguilar, Elena López, Alejandra Quereda, Lourdes Mohedano y Artemi Gavezou porque trasladaron la teoría a la práctica con el empeño y el tesón que alimenta tener un objetivo claro y muy definido. Los ingredientes para dar con esa fórmula de equipo de alto rendimiento los pusieron cada una de ellas con su calidad técnica salpicada de su energía, un elemento fundamental para la cohesión.
Quereda afirma que sus fortalezas son el afán de perfección y el carácter; sus compañeras identifican añaden su fuerza, constancia y regularidad, “clave en los momentos críticos”. De Elena, la capitana destaca su afán de superación; de Sandra, su habilidad; de Lourdes su alegría: “Es muy expresiva un valor básico para la gimnasia rítmica”; y de Artemi, su serenidad y racionalidad: “Ella dice que no tiene la sangre caliente, que es muy fría, pero es eso lo que nos da el contrapunto. En los momentos de tensión es más tenaz y nos ayuda a superar los nervios”. Y no se trata de potenciar las fortalezas o minimizar los defectos. Quereda explica que “todos ellos se complementan. En momentos críticos en los que hay que sacar fuerzas de donde creemos que no queda es importante el carácter y la capacidad de superarse a si mismo. Para la parte técnica de nuestro deporte se necesita la habilidad y en el día a día es importante trabajar con alegría y buen humor”.