LA GESTIÓN DEL CAMBIO, CLAVE PARA AFRONTAR LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL
Expansión. 12-7.
Nuevos retos empresariales: La cultura empresarial es el eje sobre el que se vertebra la digitalización de una compañía; su adaptación al nuevo modelo requiere de iniciativa y liderazgo. La transformación digital de la empresa no es sólo cosa de tecnología. Frente a la percepción clásica de que la digitalización es una cuestión de medios, esta revolución va más allá, toca los cimientos de la empresa y exige cambios sustanciales. Replantear la oportunidad de negocio y conseguir un cambio cultural se presentan como los mayores desafíos de este proceso, como concluyó el Observatorio Transformación Digital en los Negocios, organizado por Expansión y patrocinado por Minsait, la unidad de negocio de transformación digital de Indra.
“La transformación digital no llega a la misma velocidad a todos los sectores y, más importante que llegar el primero, es cómo hacerlo de manera sostenible”. Con esta intervención, Pedro Biurrun, Subdirector de Expansión y moderador del debate, dio paso a los ponentes, representantes de empresas de distinta naturaleza que expusieron las claves para una digitalización sin fisuras.
En Banco Sabadell también tienen claro que el cambio comienza en el factor humano y cuentan con un programa de gestión del cambio que incluye “comunicar bien, movilizar a los empleados y la formación en aspectos más empáticos y emocionales”, analizó Carlos Clua, Director de Transformación Digital de la entidad. “Hemos creado el concepto de sponsors y embajadores del cambio que son empleados voluntarios, cuya figura es transversal y son altavoces del mensaje que queremos transmitir, pero a la vez micrófonos de lo que piensa la gente”, sostuvo Clua, que ve el cambio cultural como el mayor desafío para una transformación real. Esta “hoja de ruta” para la gestión del cambio permite, según Clua, “alinear todas las direcciones de negocio”. “Hasta ahora hablábamos de multicanalidad, pero para los millenials esto no es así, porque los dos mundos -físico y digital- están entremezclados”, defendió. En esta transformación, dos de las características principales son la agilidad y sencillez, para lo que hace falta “un ejercicio de simplificación que es complicado”. La ejecución de este plan es lo “más difícil” del proceso, debido a que las compañías tienen que conjugar las nuevas tecnologías con las estructuras preexistentes, a diferencia de aquellas empresas que lanzan “filiales digitales” para impulsar el salto digital: “Transformar una empresa desde dentro implica una ejecución más compleja que en el caso de tener una filial separada, donde el barco es más pequeño y ágil”, señaló Clua, para advertir de que, por contra, “los clientes están en el transatlántico”.