LAS CAJAS RURALES GANAN EL DOBLE QUE HACE UNA DÉCADA
Por R. Lander. Ex.9-5-23.
Las cooperativas de crédito nacieron a finales del siglo XIX para dar financiación al campo. Hoy viven del negocio que practicaban las cajas de ahorros antes de meter la cabeza en otras actividades, con ofertas hipotecarias normalmente muy competitivas. La mayoría son diminutas, pero buena parte son rentables y están enormemente saneadas por su escaso riesgo. Las cajas rurales han sobrevivido a las dos últimas grandes crisis sin apenas rasguños gracias a las características de su modelo de negocio. El año pasado, las sesenta que operan en España ganaron 793 millones, un 29% más que el ejercicio anterior. En la última década, su beneficio se ha multiplicado por 2,3 veces. Todas ganan dinero y ninguna ha requerido de ayudas públicas. Su secreto es estar muy pegadas a las empresas del territorio y no depender de los mercados, porque financian su cartera de créditos con los depósitos de sus clientes. Laboral Kutxa y Caja Rural de Navarra juntas, las dos mayores por beneficios, ganan tanto dinero como Ibercaja o Abanca. Laboral Kutxa no es propiamente una caja rural pero también opera bajo un régimen cooperativo.