POR QUÉ SU JEFE TRANSFORMARÁ DEFINITIVAMENTE SU VIDA LABORAL
Por Tino Fernández, en Ex. 6-8.
De los jefes se ha dicho casi todo cuando si se trata de buscar culpables cuando alguien decide abandonar una empresa o cambiar de empleo y de dedicación profesional. La idea más manida es aquella que sostiene que las personas no se van de sus empresas sino de sus jefes. Si aceptamos esto (y parece que así ha de ser), puede decirse que la relación con quien nos manda determina nuestras ansias de cambio profesional. El mismísimo Warren Bufett sugiere que deberíamos olvidarnos de buscar una empresa o un trabajo ideal y que lo más sensato es detectar al jefe perfecto como garantía de éxito profesional. Básicamente se trata de elegir aquella organización en la que haya personas que uno admira. Buffett sostiene que “no tiene sentido decidirse por una empresa o un trabajo sólo porque éste vaya a quedar bien en nuestro currículo. Debemos trabajar con quien admiramos. Eso nos hará saltar cada mañana de la cama para ser felices en el trabajo y obtener buenos resultados”. Se tratará de un superior que le ayudará a desarrollarse profesionalmente; un verdadero líder preocupado no sólo de su desempeño, sino también de motivarle y desarrollarle. Un jefe que influye pero no manda; un generador de espacios emocionales en los que usted puede liberar su talento. Este artículo es el primero de una serie que se publicará durante el mes de agosto en la sección “Directivos en verano”. Nos haremos eco de ella.