SUSPENSO PARA ESPAÑA EN LIDERAZGO FEMENINO Y EMPRESARIAL
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España ocupa la octava posición en el índice I-WIL (IESE-Women in Leadership), un estudio que analiza el liderazgo femenino y la igualdad de oportunidades en 34 países de la OCDE, comparando la situación actual (2018) con la que existía en 2006. El estudio, patrocinado por Cellnex Telecom y codirigido por Nuria Chinchilla, profesora del IESE y titular de la Cátedra Mujer y Liderazgo, y Esther Jiménez, decana de la Universitat Internacional de Catalunya (UIC) y profesora del IESE, se centra en cuatro dimensiones: personal, política, empresarial y social, a partir de 17 indicadores.
“El que España esté en la octava posición se debe exclusivamente al liderazgo personal y político de la mujer, este último gracias al efecto de las cuotas impuestas por los propios partidos políticos en sus listas de candidatos o por las legislaciones impulsadas para conseguir parlamentos más paritarios. A nivel personal, la mujer tiene una fuerza increíble; sin embargo, no tiene ningún apoyo empresarial ni social; es decir, la Ley no se ha materializado en estos niveles”.
En liderazgo empresarial, España se sitúa entre los últimos puestos del ranking, el número 25. Con respecto a los Consejos de Administración, España se encuentra en la media de mujeres en este órgano de gobierno, respecto al conjunto de la muestra. En el país se ha doblado la presencia femenina en los Consejos, pasando del 10% en el año 2006 al 20% en 2018.
Si bien crece ocho puntos la tasa de población activa femenina con respecto a 2006, alcanzando el 70,2%, sigue siendo significativamente menor a la masculina (80,5%). Además, España es uno de los países con el porcentaje más elevado de paro femenino (21,2%). En la última década, este ha pasado del 10,9% del año 2006 al 21,4% del 2018, mientras que el masculino se ha incrementado del 6,2 al 18,1%.
Y al 29 en liderazgo social. Esta dimensión analiza el apoyo que reciben las mujeres y el impacto de las barreras que encuentran para integrar su vida personal, familiar y laboral, utilizando indicadores como la edad a la que tienen su primer hijo, la duración de la baja de maternidad y paternidad, o la tasa de escolarización de los niños de tres a cinco años.
Propuestas para el cambio:
1. Horarios.
2. Flexibilidad.
3. Maternidad.
4. Diversidad.
5. Familia.
6. Estereotipos.
7. Auto-cuotas en cada empresa.