UN LIDERAZGO MÁS HUMANO
Por Steven MacGregor, Profesor del IE y fundador y CEO de The leadership Academy de Barcelona. Expansión. Directivos de Verano. 28-8.
Creo que en los últimos años se ha instaurado una forma de liderazgo egoísta, y muchos hemos ignorado la obviedad de que el liderazgo en realidad es por y para los demás. Liderar a otros con el fin de que logren la mejor versión de sí mismos, de su propósito, visión y valores, conforma una parte integral del fundamento del bienestar en el trabajo. Y las mejores organizaciones son aquellas que permiten que estos elementos estén presentes, independientemente del puesto o de la antigüedad de los empleados. Soy diseñador y utilizo las vocales – A, E, I, O, U – para hablar y practicar un lenguaje de liderazgo más humano. Ambigüedad: se ha escrito mucho sobre la denominada realidad VUCA, lo que significa que nadie tiene una respuesta a todo lo que ocurre a su alrededor. Empathy: en un proceso de diseño preguntamos: ¿cómo podemos comprender las necesidades de otro ser humano sin ponernos en su pellejo? La capacidad de escuchar supone una parte importante de la conversación empática. Iteration: a muchos directivos puede incomodarles tener que afrontar las críticas constructivas a una idea planteada pero desarrollada a título individual, mientras que la solución colaborativa y basada en la insistencia construida a partir de una idea inicial tendrá siempre bastantes más posibilidades. Observation: observar las dinámicas que intervienen en una reunión o en una oficina puede ayudar a entender qué se respira allí. Así podemos ayudar a desvelar verdades indiscutidas por el entorno laboral sobre diversos temas y cuestionarlas. Nuestro liderazgo personal sobre los demás puede verse muy beneficiado por una reflexión consciente sobre la forma en la que lo ejercemos. Understanding: antes debemos prestar atención a una característica del liderazgo: la pausa. Como profesionales ocupados, solemos precipitarnos al creer que nuestra incesante actividad nos llevará a obtener resultados. Sin embargo, nunca valoramos adecuadamente la pausa. La reflexión tranquila sobre la información recabada, valorando siempre la posible ambigüedad y practicando la empatía, la insistencia y la observación, nos aportará importantes conocimientos y oportunidades.