ESTUDIA TU `PASADO´ PARA CAMBIAR TU `FUTURO´
Por Francisco Alcaide Hernández, autor de “Aprendiendo de los mejores”, que ya va por la 18ª edición.Executive Excellence. Noviembre 2019.
Si tu vida no es como te gustaría que fuese, hay algo que no sabes o no estás haciendo bien. Eso quiere decir que, para cambiar los efectos (resultados), debemos atacar las causas (porqués), y ello se basa en hacer un buen análisis mirando hacia atrás, porque si te equivocas en el diagnóstico (análisis) te equivocas en la receta (solución).
La pregunta es inmediata: ¿a qué se debe tu falta de resultados?Algunas posibles causas:
- Falta de conocimientos. Ser experto en algo es fruto del trabajo acumulado a lo largo del tiempo. Hay que echar muchas horas y nadie se convierte en experto de la noche a la mañana, por eso es tan importante el FOCO: si te dispersas, tus resultados se resienten.
- Falta de habilidades. No se trata de lo que sabes, sino de sacar ventaja de ello. El éxito es conocimiento en acción. La vida va de vender: o estás vendiendo o estás fallando. Saber vender es la habilidad más importante, en el mundo de la empresa y en la vida en general, porque todo es una venta.
- Falta de contactos. La base de los negocios es el networking. Y las relaciones tienen mucho que ver con el interés que muestras por los demás: para ser interesante, interésate por los demás. Es difícil conectar con alguien si sólo estás pendiente de ti y tus intereses.
- Falta de visibilidad. Lo que no se conoce, no existe. Tienes que trabajar todos los canales de visibilidad a tu disposición, tanto del 1.0 como del 2.0.Combina ambos.
- Escasa percepción de valor. Todo acto de comunicación genera un impacto en términos de marketing. Todo lo que haces (mail, llamada, ropa…) genera sensaciones más o menos positivas en los demás. No descuides el sentido estético de las cosas.
- Ausencia de mercado. La mejor manera de saber si un mercado es potencialmente rentable es estudiando, analizando, observando, echando números y, a ser posible, probando y testeando antes de dar el salto. Además, los mercados cambian y lo que era un negocio rentable puede ya no serlo porque han aparecido productos o servicios sustitutivos y alternativas.
- Falta de adaptación al cliente. Las personas, por naturaleza, se resisten al cambio: no les asusta el cambio, sino ser cambiadas, y antes de cambiar mirarán muy bien tanto el beneficio del cambio (cuánto ganan, si es poco no compensa) como el coste (tiempo, esfuerzo y energía).
- Fuerte competencia. En toda decisión hay que medir tres variables: dinero, tiempo y energía. Hay resultados económicos que no compensan por el coste de tiempo y energía que se invierte en conseguirlos (salvo que sea tu propósito de vida). Define primero tu lifestyle, y a partir de ahí diseña tu modelo de negocio. La mayoría de la gente hace lo contrario. Un alto directivo de una multinacional puede tener una nómina con muchos ceros pero a un elevado coste personal. Pregúntate si tú quieres esa vida y te compensa.
- Falta de equipo. En los tiempos actuales para triunfar son fundamentales las sinergias, alianzas, etc.
- Falta de disciplina. Los vagos nunca triunfan en la vida. Los resultados consistentes son producto del esfuerzo inteligente, constante y paciente. Cualquier marca de referencia exige un periodo de despegue, de maduración y de consolidación.