LA ESPAÑA BIPOLAR
Por Pilar Jericó en E & E. 7-4.
Si nuestro carácter como sociedad es bastante emocional, incluso bipolar, podríamos decir, vale la pena extraer aprendizajes de los años vividos. Primero, ni la crisis ni las bonanzas son eternas. Todo pasa aunque desconozcamos cuándo. Segundo, necesitamos tener un “botón rojo” siempre preparado, si utilizamos la metáfora de los pilotos de caza para pulsar en caso de peligro de muerte: ¿cómo podría desinvertir rápido, qué dinero he de guardar en caso de que las cosas vayan mal, cómo mantenerme activo en el mercado laboral por si un día me echaran o yo me fuera?. Y por último, evitemos la tentación de la intensidad en la acción. Ha sido un tiempo difícil, donde el desánimo ha agotado a muchas personas. Ahora corremos el riesgo de caer en la intensidad de las agendas y de ponernos en modo automático. Por eso, sería recomendable pararnos de vez en cuando, dedicarnos tiempo a nosotros mismos y reflexionar si lo que estamos haciendo en cada momento es lo que realmente deseamos.