¿QUÉ GRADO DE FELICIDAD LE CONVIENE MOSTRAR EN SU TRABAJO?
Un artículo de Tino Fernandez en Ex.19-7. Ni un cenizo ni demasiado emocionado. La virtud está en el justo medio.
Regino Quirós, Socio Director de Be Up, cree que “el exceso a la hora de mostrar nuestra satisfacción laboral se identifica con buenismo y con falsedad. La clave es cuál es la intención y qué emoción se decide expresar. Tiene que ver con lo auténtico que es uno. Además, la capacidad de los demás para detectar la coherencia es muy grande. Una cosa es generar buen rollo y otra es la del que se excede aparentando felicidad o presume de lo bien que vive. Es un tóxico fácil de detectar. O es real o sólo un gran actor puede hacer esto”. Ovidio Peñalver, Socio Director de Isavia, coincide en la necesidad de ser asertivo en la expresión emocional: “se trata de expresar y decir lo que verdaderamente pensamos y sentimos, buscando la forma y el momento. El riesgo de no ponerse una careta y mostrar emoción es que uno puede resultar muy agresivo. Pero el peligro de lo opuesto es que resulta falso y de cartón piedra.